Plof era una gota como todas las demás.
Vivía en un río.
Era intrépida y lista, y un día se dejo llevar por la corriente.
Un mañana se sintió muy extraña, ¡estaba evaporandose!
—Cuidado, ¡que subo! —decía Plof a las demás gotas.
Un día, se sintió mas "salada".
No sabía donde ni como había acabado allí.
—¡Puaj, puaj! Este lugar sabe a sal. ¿Como os habéis acostumbrado? —le dijo Plof a una gota .
—Pues......., ni idea, por cierto, ¿como te llamas? —le contestó ella.
—Plof, ¿y tu?
—Gota, vienes del río, ¿no?
—Si, ¿vamos al río, Gota? —dijo Plof.
—Vale, si, si, o...
—¿O que? —dijo Plof.
— O... ¡SÍ! —contestó Gota.
De repente... BUMMMMMM...
—Meteorito, a la vista.
Se salvaron por este poco.
Llegaron justo a tiempo para la cena.
Se servía sopa heróica y carne jusata (Un tipo de vaca del río).
Se dice en las escrituras que hoy, si vas a cualquier río, te las puedes encontrar.
me ha gustado y me he reido un montón con lo
ResponderEliminarde la vaca de rio....