domingo, 3 de febrero de 2013

La fruta que tenia un don



Había una vez, una fruta normal y moliente, una ciruela, como todas las demás. Se llamaba Daniela. Un día, la iban a comer unos humanos para la merienda pero dijo:

—Me voy a escapar, no quiero que me coman.

Sacó sus patitas y echó a correr. Su amiga, la naranja, la intentó detener:

—¡Espera, no te vayas, a todas nos van a comer, ¿que tal si lo hacemos juntas?!


La fruta le hizo una pedorreta y le dijo:

—Nada de eso. A mi no me van a comer, adiós frutas.
 
Daniela se va a México
Daniela se va a México
Y se marchó. No se sabe a donde se fue. Se dice que se fue a Mexico, donde no volvió.

Ella sí estaba en Mexico y la aceptaron para trucos de magia. Su jefe le preguntó:

—¿Sabes hacer alguna cosa magica como, no se, hacer malabares, convertirte en conejo o....?

Ella le dijo a su jefe:

—Si se, —dijo— es coger a un niño, ponerlo en esta caja, con una sierra, cortarlo a la mitad y, cuando no se den cuenta, el niño se va y desaparece su amigo. ¿Que le parece?

—Perfecto. Que no falle, ¿he...?

—¡Claro, jefe!

Al dia siguiente, acudió un montón de gente, señoras, caballeros y niños, con tal alboroto cuando le tocó el turno a la ciruelita.


—¡Señoras y señores, niños y niñas, ahora, necesito un voluntario, ¿quien se atreve?!

Todo el mundo dijo:

—A mi, a mi — ó

—Yo, yo, por favor.

Eligió a Veronica, la hija del panadero.

—Por favor, Veronica, tumbate aqui, aqui.

—¿Que me van a hacer?


La ciruela Daniela, no le habia oído. Vero se tumbó y con una sierra, la corto en dos partes.

—¡Ay! —, se oyó.


Cuando estuvieron distraídos, Veronica se fue tras el telón, mientras los otros respiraban rapidamente.

Luego, cuando volvió Veronica, todos aplaudieron.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario