Había una vez, un helado de dos bolas llamado Alicia.
El, vivía en la heladería del parque San Francisco.
Sus dos bolas eran de chocolate y de nata.
Un día un cliente preguntó:
—¿Me podría poner, un helado de dos bolas, de nata y chocolate, por favor?
El heladito pensaba que no lo eligirían a él, pero se equivocaba. Se dijo para si:
—Me fugaré de aquí, si no hay mas remedio...
Se fugó.
Se fue a la Antártida, pero se congeló como un cubito de hielo.
Se fue a Londres, donde se estaba mejor.
Se construyó una casita en un vertedero.
Pero, se imaginaba que estaba con unos caimanes.
—Hay madre, estoy aquí "solín", sin nadie ni nada que me proteja, sin refuerzos y....
Vinieron a recoger el vertedero, y, se llevaron al heladito, mientras este decía:
—Nunca me pillarán, ja, ja, ja....
Nunca más se ha vuelto a ver al heladito. Dicen que esta muy feliz, con todas sus imaginaciones.
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