Hace mucho, mucho tiempo, llegó hasta nosotros la llamada, “fiebre del bigote”. Mujeres, niños, hombres, y hasta bebés llevaban el bigote, para así ser vistos con elegancia. Pero un día, un tifón, al que llamaron Quita Bigotinis se los quitó. Los pobres, se les quedó la idea, pues entonces dijeron, que necesitaban barba. Todos, hombres, mujeres, niños, niñas, bebés, incluso las vacas, se dejaron barba. De todos los estilos, larga, corta, trenzada, marrón, ocre, teñida... todos la dejaron crecer. Todos, pensando que les quedaría bien, siguieron sin cortársela. Un día, el Alcalde, llamado, o apodado Barba Desmadre, anunció, que cada uno tendría que cortase la barba, con pena de ser expulsado. Todos, cuando se la cortaron, decidieron llevar un monóculo, para ser el mejor de los pueblos. Así, mujeres, hombres, niños, niñas, bebés, vacas y hasta cabras, se pusieron un monóculo. Cuando, el 31 de diciembre, a las 23:59, decidieron quitarse el monóculo, para hacer su propósito de fin de año. Cuando, sonó la primera campanada, nadie la oía. Cuando empezó el 3456, el pueblo, desapareció. Ah por cierto, el pueblo se llamaba: Desaparecitis un diítas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario