Vivía en Chuchelandia.
Un humilde día, en la puerta ponía:
Concurso de cosas
Concurso de carteles, normas:
- No calcarlo. El que esté calcado no se clasifícara.
- Tema: chucherías, piruletas, gusanitos......
- Premio:
- Cheque de descuento en chuches:30 € + gusanitos+ piruletas
- Gusanitos+piruleta.
- Piruleta.
-Guau, ganaré el primer premio -se dijo.
Y se puso a colorear, pintar, pegar, recortar...
Al día siguiente, tenía perfectamente hecho el cartel.
El dueño dijo:
-Si que ponen interés estos jóvenes de hoy en día... -dijo.
Y, ¿sabeís que? pues que no ganó.
No ganó ningun premio de los de allí.
Le dieron un viaje a Alaska, Anchorage.
P-o-r- f-a-v-o-r,-d-e-s-p-e-g-a-m-o-s.
-¡Brummmm, bummm!
Sus amigos le buscaron, le rebuscaron... hasta aprendierón a hablar rumano por él:
-¿Jeste li vidjeli lizalicu? -dijo él * ¿Han visto una piruleta?
-Ne. * No.
Y también, alemán.
-¿Haben Sie einen Lutscher gesehen? * ¿Habeís visto una piruleta?
-Nitch. * No
Y muchos idiomas más.
La encontraron en Italia, vendiendo pizza.
-Pizza fresca, pronto a vendere, !acquistare e fare dolcetti per il palato!
Dijo:
-¡Finalmente sei qui! Dove sei stato?
-Te lo contamos más tarde -dijo Watermelon, el kit-kat María y Rega (el regaliz rojo) y Liz (el negro).
Así que volvieron a casa y ganó el concurso.
Me ha gustado mucho. Sobre todo ese italiano
ResponderEliminartan particular. ¿Sabias hablar italiano?, no
tenía ni idea.
Ahhh, porque tu madre es italiana....
Chiao