miércoles, 23 de enero de 2013

De como la A se convirtió en "arroba"

El asombroso viaje de la letra A


Había una vez, una letra llamada la A que vivía en el país de las letras.

Sus mejores amigas eran las letras: E, I, O, y la U.

Su comida favorita era la sopa de letras con carne y su bebida favorita el batido de las letras vocales.

Le encantaba jugar, bailar y saltar. Le gustaban también las aventuras. Tanto le gustaban que un día fue a aventurarse a una de ellas.

Fue al bosque empinado donde recorrió lagos, ríos con pirañas, y se encontró hasta con una víbora. También recorrió un terreno que cuado lo pisabas salía del suelo un sonido extraño, muy extraño.

Tenía un viejo mapa de su abuelo Leonardo; el fanático de las aventuras.

Su mapa, como era viejo y polvoriento, con el viento se deshizo en seguida y no tuvo más remedio que acampar en el bosque.

—Me da miedo, mucho miedo acampar, y encima, en el bosque— dijo la letra A.

Y así estuvo quejándose toda la eterna noche, bueno lo que a ella le parecía.

Cuando el gallo cantó, ella se fue pitando del bosque y nunca más se fue de aventuras. Se quedó en casa hasta el resto de la eternidad, hasta que un día se convirtió en una letra fantasma, “la arroba”.

Cuando la dibujas, tiene más o menos este aspecto:@, es la que envías en los “e-mails”.

Así se invento la arroba gracias a la letra A.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu cuento, muy
    original.

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  2. Felicidades Irene, eres una artista de las palabras...¡¡¡
    Me gustan todos tus cuentos, mi preferido el de la A.
    Un besin y sigue creando con tu imaginación y talento... nos llevaras contigo a viajes de aventuras.
    Sonia.

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    1. Muchas gracias. Estoy escribiendo un cuento de la doctora Silvia y de su jefa Sonia. A ver si te gusta.

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